Este estudio realizado por la Universidad de Loma Linda en los EE. UU. muestra que solo un cuarto de litro de leche por día aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en dos tercios, en comparación con las mujeres que consumieron productos de soya. Los resultados para la leche entera y descremada fueron similares. 

La razón del estudio.

Las guías nutricionales actuales recomiendan el consumo diario de tres raciones de leche y productos lácteos, siendo esta una ración de 200 ml. El presidente del Instituto Académico Austriaco de Medicina Nutricional, Prof. Dr. Kurt Widhalm pide que se observen con cautela las recomendaciones nutricionales y que se promueva una alimentación más basada en plantas. 

El equipo que investigó la leche.

Un equipo de investigación liderado por el Prof. Dr. Gary E. Fraser estudió a 52 795 mujeres en los Estados Unidos durante un período de alrededor de ocho años. Casi el 40 por ciento de ellas son vegetarianas, que a menudo consumen productos de soya como su principal fuente de proteínas y no cubren la mayor parte de su suministro de calcio con productos lácteos.

Desarrollo del estudio.

Durante el período de estudio, 1057 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama. El objetivo del estudio fue investigar la posible asociación entre el consumo de soja o productos lácteos y la incidencia de cáncer de mama.

En las mujeres estudiadas, el consumo diario de 237 ml de leche aumentó el riesgo de cáncer de mama hasta en dos tercios, mientras que el riesgo no aumentó en las mujeres que consumían productos de soya. No se pudo establecer ninguna conexión con la aparición de cáncer de mama para el queso y el yogur. En todo caso se supone que la leche u otros factores directamente relacionados, aún no definidos, pueden influir en el riesgo de aparición cáncer de mama. 

No hay comparación con un grupo que no consumía ni leche ni productos de soya en el estudio. Sin embargo, el efecto protector de los productos de soya está científicamente probado desde hace mucho tiempo. 

De esto se concluye también que una dieta más basada en plantas reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que se recomienda, una dieta de eete tipo. Un máximo de 35 gramos de carne roja al día, una mayor proporción de legumbres, frutas, verduras, una reducción de los ácidos grasos saturados y un aumento de las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estos últimos se encuentran principalmente en frutos secos, semillas y aceites vegetales. Esto también reduciría significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular. 

De hecho…

• En los últimos tiempos, se ha eliminado o reducido de manera drástica el consumo de lácteos. 
• Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial.  
• El CODINUCAT y la FECEC aconsejan mantener los lácteos de la dieta, consumiéndolos en cantidades adecuadas, según las guías de alimentación.