Los castillos siempre han sido un imán para los viajeros. Estas majestuosas construcciones evocan en cualquiera una infinidad de sentimientos. Desde niños siempre han formado parte de nuestros juegos, seamos princesas o caballeros. Estas edificaciones nos fascinan por lo que fueron y lo que representan.
Como símbolos de poder, sus constructores trataron de superar a sus antecesores y rivales. Gracias a esto, en la actualidad los viajeros tenemos la oportunidad de disfrutar de su belleza y arquitectura a lo largo y ancho del mundo.
La Torre de Londres, Inglaterra.
La Torre de Londres es una de las fortalezas más famosas del mundo. Ha sido a lo largo de los años palacio real, cárcel, armería y hasta de zoológico. Sus muros esconden tras de sí oscuros y fascinantes secretos. Situada en el centro de Londres, la Torre de Londres es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
El Palacio de Versalles, Francia.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde hace más de treinta años. El Palacio de Versalles es uno de los palacios más reconocidos a nivel mundial. Este reconocimiento no es sólo por su imponente arquitectura y sus interminables jardines, sino porque constituye una parte importante de la historia de Francia.
Castillo Neuschwanstein, Alemania.
El Castillo de Neuschwanstein es uno de los castillos más visitados de Europa. Aproximadamente 1,4 millones de personas le visitan anualmente. Además, es posible disfrutar de su arquitectura y una de las mejores vistas que te puede regalar el viejo continente. En verano, se agolpan diariamente más de 6.000 visitantes.
El Palacio de Invierno, Rusia.
El Palacio de Invierno fue la residencia oficial de los emperadores rusos entre los siglos 18 y 20. Situado en el corazón de San Petersburgo, este antiguo edificio imperial forma parte actualmente del complejo del museo estatal del Hermitage. Hoy en día el Palacio de Invierno y el Museo del Hermitage son una de las principales atracciones para los turistas de todo el mundo.
La Ciudad Prohibida, China.
La ciudad prohibida o palacio imperial de Pekín, fue la sede del gobierno chino y la residencia del emperador durante casi 500 años. En el, la distribución de los edificios sigue los principios del Feng Shui, así como los del yin y yang. Los salones principales de los patios interior y exterior están todos dispuestos en grupos de tres, esto está relacionado con la forma del trigrama Qian que representa el Cielo. Además las residencias del patio interior están agrupadas de seis en seis, la forma del trigrama Kun que representa la Tierra.
El Gran Palacio, Tailandia.
El gran Palacio es una de las joyas turísticas más visitadas y admiradas de la ciudad. Se trata de un complejo de construcciones de más de 218.000 metros cuadrados que se encuentra en el distrito de Phra Nakhon en pleno corazón de Bangkok. En su interior, se encuentran multitud de edificios como salas, pabellones, jardines, patios, templos o museos. Una gran oportunidad de apreciar lo mejor de la Arquitectura de Tailandia en un solo lugar.
El Palacio Schönbrunn, Austria.
El Palacio Schönbrunn, junto con el Hofburg son visitas prácticamente imprescindibles a la hora de conocer Viena. Construido en el siglo XVII, este palacio fué la enorme residencia de verano que utilizaba la familia imperial. El museo ofrece acceso a diferentes zonas dentro del recinto del museo, así como a los jardines privados o el laberinto.
Castillo Matsumoto, Japon.
El Castillo Matsumoto es un baluarte en Japón, además de formar parte del Tesoro Nacional. Siendo uno de los castillos más antiguos del país. Mantiene hasta el día de hoy todos sus interiores de madera, con infinidad de columnas y escaleras, cuya construcción siguió las necesidades de una fortaleza pensada para defenderse y facilitar a los samuráis mantener a salvo a su señor feudal.
Palacio Topkapi, Turquía.
El Palacio de Topkapi es uno de los lugares más interesantes de Estambul, el cual fué el símbolo más importante del poder otomano durante 500 años. Hoy en día, es un palacio-museo abierto al público mostrando los tiempos en los que se utilizaba como residencia oficial de los sultanes por casi 400 años.
De hecho…
- La diferencia entre palacio y castillo es su fortificación, los palacios se hicieron para servir únicamente como residencias para los nobles y la realeza.
- En la edad media, tomaba un promedio de 10 años terminar un castillo.
- La introducción de la pólvora hizo que los castillos fueran menos seguros contra los ataques. Esto trasladó la guerra a los campos abiertos, dejando que los castillos se utilizaran para otros fines.