¿Quién es el PEOR candidato de la elección?

Votar a un candidato, es un deber y un derecho con el cual todos los ciudadanos elegimos a nuestros representantes. Por ende, debería de ser una decisión tomada con responsabilidad. Sin embargo, el tema de una elección se viene a menos, cuando la propuesta es una cara bonita, o una metralleta de promesas sin sentido, donde finalmente el candidato ya elegido, termina siendo un dolor de cabeza para todos. 

Los partidos políticos no son equipos de futbol, y no merecen tu fanatismo ciego. La recomendación es que cada uno haga su tarea de investigación responsable. Esto aplica para todo tipo de elección sea local o nacional. Debemos de involucrarnos todos, para luego no terminar siendo gobernados por incompetentes. 

Conoce las propuestas de los candidatos. 

Las iniciativas y planes de administración de gobierno deben de ser explicados por el candidato de manera sencilla y coherente. El conocimiento de las mejores estrategias que emplearán los candidatos, nos dará en medida, que es lo atractivo o no de cada plan en conjunto. 

Identifica propuestas viables. 

En ocasiones los candidatos suelen lanzar al aire propuestas que pueden sonar muy interesantes, pero que no llegarán a ser realidad de ninguna manera. Los políticos en campaña muchas veces dicen a la gente, lo que quiere oír, y no lo que realmente se puede realizar. 

Pon atención a los argumentos que expone cada candidato. 

Para este fin, es bueno poder darse un tiempo en ver los debates. Con ellos, es muy sencillo identificar el nivel de preparación de cada uno. Revisa las publicaciones de sus planes de Gobierno y propuestas, que en la gran mayoría de los casos se pueden encontrar en internet. 

Dales poca atención a las encuestas, ya que muchas veces los métodos de recolección son erróneos o peor aún arrojan datos amañados hacia un candidato en específico.

Averigua como es que los partidos financian sus campañas.

Es importante tratar de saber de dónde salen los recursos para financiar a cada uno de candidatos. Especialmente si tu país permite un sistema de “donaciones” a partidos políticos. Esto te va a dar un panorama de quienes se están beneficiando realmente con la colocación de un candidato en específico el poder.

Mantén discusiones (civilizadas) con otras personas. 

El intercambiar ideas es una buena manera de generar un pensamiento propio. Tal vez tienes dudas, y el participar en este tipo de discusiones, puede darnos el punto que necesitábamos para decidir por un candidato. 

Detecta quien está comprando votos.

En toda Latinoamérica se ha vuelto un cáncer la compra de votos. Si un candidato ofrece algo en cambio de asistir a un acto de campaña o por votar por él o ella. Entonces es un candidato que no se puede sostener en sus propuestas.

Mucho peor es, si existe coerción para emitir un sufragio en su favor.
 
Lo mencionado no solamente es un delito, sino que el colectivo no fomenta que este acto se repita una y otra vez.  

Piensa en todos.

La elección siempre debe ir a favor de un bien común. Además de que, para un país, siempre será mejor si crecen económicamente todos.  Por ello, tu voto debe ir en base a lo que beneficie a la comunidad, buscando una igualdad de oportunidades, después de un muy meticuloso trabajo de investigación. 

La elección de elegir bien está en tus manos, y solo tú eres responsable de si ejerces con responsabilidad tu derecho o no. 

De hecho…

  • A finales de los 70s, 17 de las 20 naciones latinoamericanas eran dictaduras consolidadas. Veinte años después, 18 habían instaurado sistemas democráticos.
  • 14 porciento de latinoamericanos afirmaron en 2019 que en su país no hay democracia. Cinco años antes solo era el 9%
  • Dos de cada tres latinoamericanos estuvieron de acuerdo con lo que alguna vez dijera Winston Churchill “La democracia puede tener problemas, pero es el mejor sistema de gobierno”

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